lunes, mayo 21, 2007

¿Uno o dos?

Hay siete puertas. A ambos lados de las primeras seis, un soldado de Etéocles y uno de Polinices, esperando que la puerta sea franqueada para matarse. En la séptima puerta, los propios Etéocles y Polinices esperan. Cuando la puerta se derriba, se matan. En las seis primeras, el odio es contra lo distinto, contra el enemigo, y hay una ley: para unos la de Etéocles, para otros la de Poinices. En la séptima, el odio es contra lo mismo: Etéocles y Polinices son hermanos gemelos, la ley ya no existe, porque ellos son la ley (encarnada). La tragedia versa de la especularidad, los personajes son el mismo número, al restarse dan cero. Creo que esta foto podría ser de una puesta de Los siete contra Tebas (lean Esquilo!).
El caso es el mismo para Electra y Clitemnestra, en nuestra obra LA DOCUMENTALISTA y LA MADRE. Intento sin embargo que algo (un tercero, una suerte de ley), rompa el espejo. Y, creo, me acerco Esquilo, en su preocupación por buscar esa ley (ver Las Euménides).
La imagen es de Thomas Allen